Assad Faluya

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También conocido por su nombre en inglés, Lion of Fallujah, este videojuego árabe nos pone en el pellejo de Saleh, un joven combatiente iraquí contra los invasores norteamericanos durante la desigual batalla de Faluya, en otoño de 2004. Al parecer, Saleh era un tío pacífico, respetuoso con su familia, que iba los viernes a la mezquita y se ocupaba de su pequeña vida sin molestar a nadie... Hasta que el ejército yanqui llegó rugiendo a su ciudad y la convirtió en un montón de ruinas. Esto cabrearía a cualquiera, así que nuestro protagonista cogió un arma —en Irak nunca han escaseado— y, decidido a hacer justicia y vengar a sus paisanos, se convirtió en muyahid.

El juego resulta significativo porque, por una vez, nos situamos en el otro lado; el de los que se oponen a los gloriosos ejércitos de Occidente. No más soldados americanos, no más comandos de las fuerzas especiales ni agentes de la CIA. Aquí el personaje que manejamos es lo que la prensa occidental llamaría un "terrorista"; es decir, alguien que dispara contra nosotros por cualquier razón, o que llegado un momento podría hacerlo, o que lo justifica, o que simplemente no nos ve con buenos ojos —la belleza del concepto de "terrorismo" es precisamente ésa, que con un poco de ingenio puedes abarcar con él casi a cualquiera—.

Sin embargo, este Assad Faluya tiene un gran problema, y es que más allá de su valor, digamos, político, hay poco que rascar; el juego en sí es bastante malo. Para los cazadores de rarezas puede tener su interés, y a los jugadores que simpaticen con su punto de vista sobre la guerra de Irak quizás, sólo quizás, les guste. Incluso dentro del estrecho campo de "arcades en primera persona que reivindiquen la causa árabe" hay mejores ejemplos, como puedan ser Underash o el Special Force de Hezbollah. Veámoslo con detalle...

Para empezar, la inteligencia artificial..., o la falta de ella, más bien. Los enemigos —los soldados norteamericanos— se limitan a esperar pasivamente en su sitio asignado, sin moverse, aunque os dispararán si asomáis la cabeza por su campo de visión. No es lo que uno esperaría del primer ejército del mundo, claro. Hubiera estado bien que por lo menos patrullaran el escenario y corriesen hacia el jugador, como ya hacían en su día los nazis de Wolfenstein 3D. De hecho, los vehículos que os esperan aquí, en las calles de Faluya, lo hacen; ¿por qué no la infantería?

Respecto a los gráficos, hay varias cosas que mencionar. El juego no parece bien optimizado —de hecho, no me sorprendería que lo hubiesen creado con alguna herramienta como Game Maker—, y considerando lo básico de sus escenarios tiene unos requerimientos exagerados; quiero decir, ¿1 GB de RAM por unos mapas que Quake podría mostrar perfectamente? Entre las texturas y sprites encontraremos un poco de todo, desde gráficos muy bien detallados a dibujillos esquemáticos que cualquiera puede improvisar con Paint en un cuarto de hora. Las armas, eso sí, poseen un buen acabado...

...y generalmente suenan mejor. Si Assad Faluya cuenta con alguna baza a su favor —¡eh, no todo iba a ser malo!—, ésta es en mi opinión el sonido. No se trata de nada del otro mundo, claro, pero dentro de lo que cabe convence. Y lo mejor de todo lo encontramos en su espléndida banda sonora con música nashid.

El juego consta de ocho niveles, divididos a su vez en tres partes cada uno; vuestros progresos se graban automáticamente tras superar la tercera etapa de cada nivel. Está en árabe y no existe traducción a otros idiomas, aunque por suerte no es necesario leer nada para entender cómo funciona la acción y qué hay que hacer.

Se distribuía de forma gratuita desde su desaparecida página oficial. Sus autores comenzaron a trabajar en él en noviembre de 2004, y lo completaron en 2007. Como anécdota curiosa, la agencia Reuters publicó en 2006 que Assad Faluya era considerado una amenaza contra los intereses de Estados Unidos; aunque la verdad es que no he podido corroborar la historia. Por si acaso, los autores decidieron aclarar que no pertenecen a al-Qaeda.

En resumen: un arcade mediocre que por su argumento y su mensaje quizás atraiga a algunos jugadores. El hecho de que sea gratuito, poco conocido y creado por aficionados árabes también llamará la atención de los coleccionistas.

REQUISITOS DEL SISTEMA

Según explicaban en la página oficial, son estos:

• Procesador Pentium o AMD a 2'5 GHz.
• 1 GB de memoria RAM.
• 300-400 MB libres en el disco duro.
• Tarjeta gráfica con aceleración 3D y 256 MB de memoria.
• Windows XP o Vista.

No sé si el juego funcionará también en Windows 98, aunque lo dudo mucho. Si alguien está de humor y lo prueba, podría contarnos su experiencia en el foro de Arcades 3D...