South Park

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«¡Eres un cabrón hijoputa! ¡Un cabrón y un pedorretas hijoputa! Eres un capullo y un cabrón, ¡te jodes por ser tan mamón!»

Así comienzan todos los capítulos de South Park, obra cumbre de la cultura occidental, cuya memoria perdurará durante siglos para ilustrar a las generaciones futuras, como el pensamiento de los filósofos griegos. Bueno, hablando un poco más en serio: se trata de una simple serie de dibujos animados. Gozó, sin embargo, de mucha popularidad a finales de los años noventa y comienzos de la década siguiente. Sus personajes satirizan de la forma más basta posible la sociedad contemporánea, y sueltan tacos, muchos tacos, montañas de ellos. Y creo que esto viene a ser todo. No es el humor de los hermanos Marx, pero por lo visto también funciona; aunque a mí el ritmo acelerado de las conversaciones y el torrente continuo de insultos me frustraban bastante rápido.

¿Y que suele ocurrir cuando una serie o una película logran repercusión? Llegan las secuelas. Las reediciones de lujo, con tomas falsas y comentarios del director. Y los muñequitos de plástico que regalan en la hamburguesería o con el periódico. Y las camisetas, las alfombrillas para la ducha, los posavasos, los ceniceros y demás basura fabricada en China. ¡Ah!, y también los videojuegos. Como le dijeron en un episodio de Los Simpsons a Lisa, es un ataque a tres bandas: subliminal, liminal y superliminal. Hasta que, hartos ya de la saturación, supliquéis clemencia...

Los videojuegos "inspirados" en estos bombazos son, nueve de cada diez veces, un auténtico montón de mierda. Y pongo "inspirados" entre comillas, puesto que de creación espontánea acostumbran a tener más bien poco; lo habitual es que se trate de sacadineros bastante descarados, "vamos a vender esta morralla sobre Spiderman ahora que estrenan la película". De hecho, algunos nacen por encargo de la propia compañía responsable de la obra en cuestión: ¿por qué conformarse con los beneficios de la serie de televisión cuando puedes arañar alguna ganancia más con un juego cochambroso? Recordad: "ataque a tres bandas".

¿Y qué tal resulta este South Park? Pues apareció en 1998, para PC y Nintendo 64, de la mano de los impresentables de Acclaim; que sí, de cuando en cuando publicaban algo bueno, pero la mayoría del material que manejaban era francamente mediocre, y además organizaban campañas publicitarias que iban más allá del mal gusto y terminaban provocando algún berenjenal. Entonces, ¿licencia de una serie de éxito y Acclaim en el mismo lote? Los lectores prudentes ya tendrán el puntero del ratón sobre el botoncito de "cerrar" de la ventana de su navegador...

Y a los insensatos que quieran seguir leyendo les diré que, efectivamente, este South Park resulta tan malo como aparenta. Cierto, usa el motor gráfico de Turok 2 y posee un estilo visual muy acorde con la serie de dibujos; en este aspecto al menos lo veo bastante logrado, incluso simpático. Pero me parece lo único que se puede rescatar de aquí. Oh, manejamos a los protagonistas de la serie, y éstos hablan durante la partida con el mismo tono que en ella —o sea, palabrotas y chistes sobre culos—, cosa que quizás encontréis divertida..., durante la primera hora de juego; después, probablemente, no. Y entonces, cuando la novedad se haya agotado, os daréis cuenta de que este arcade es un tostón.

El mayor problema se halla en la acción, repetitiva y monótona como uno de aquellos discursos insípidos de Rodríguez Zapatero. Pavos, clones mutantes, vacas locas..., da igual contra qué os enfrentéis, porque casi todos los enemigos vienen a hacer lo mismo: correr sin más hacia vosotros. Normalmente no suponen una gran amenaza, así que apenas existe tensión. Sin embargo, los bichos aparecen en grandes cantidades, y encima son costosos de matar, con lo cual el tedio está asegurado. Olvidaos de la variedad táctica y la emoción de otros arcades como Quake; aquí el asunto se reduce a dejar pulsado el botón de disparo y aburriros mientras los adversarios van cayendo lentamente, de uno en uno.

El diseño de los niveles tampoco ayuda mucho a mejorar las cosas. La mayoría son lineales, y por lo que he visto recrean sólo dos ambientes distintos: el pueblecillo donde viven los protagonistas —que al menos ofrece bastante colorido—, y montañas nevadas marrones con cuevas. No descarto que en algún momento el juego nos lleve por otros lugares, pero después de haberlo sufrido varias horas y haber llegado más o menos a la mitad, mi paciencia se agotó y decidí que no valía la pena. Lo siento chicos, tendréis que averiguarlo vosotros mismos.

Con las armas, al menos, los desarrolladores intentaron ser un poco originales. Por ello existen piezas como la "pistola de vacas" —en realidad funciona como un lanzacohetes—, o el "lanzador de desatascadores". De todas formas, la mayor parte del tiempo os encontraréis recurriendo a las inagotables..., bolas de nieve; oh, con el disparo secundario meáis sobre ellas antes de lanzarlas, lo cual se supone que resulta gracioso y, bueno, logra que hagan más daño a los enemigos. También hay una especie de pelotas rojas, y algo parecido a una ametralladora que dispara dardos. En fin, pese a que ninguna de ellas supone un gran hallazgo, no voy a negar su mérito: después de todo, ¿qué arsenal incluiríais vosotros en un arcade sobre South Park? Si uno se para a pensarlo, lo ridículo de la premisa hace difícil hallar buenas ideas.

¿Resumen? El juego es una completa gilipollez, y más malo que el hambre. En una crítica lo describen como una gran decepción, y además muy tedioso de jugar —luego le dan tres de cinco estrellas, vaya usted a saber por qué—. Otra de las chapuzas de Acclaim, vamos.

REQUISITOS DEL SISTEMA

• Procesador Pentium a 200 MHz (recomendable un Pentium II a 266 MHz).
• 32 MB de memoria RAM.
• 95 MB libres en el disco duro.
• Tarjeta gráfica SVGA (recomendable una con aceleración 3D: el juego, aunque incluye un modo de renderización por software, funciona mucho mejor usando Direct 3D o 3Dfx).
• Tarjeta de sonido compatible con DirectX.
• Windows 95-98. Para correrlo en Windows XP o Vista tendréis que utilizar el parche que adjuntamos más abajo, en la sección de descargas.