Smuta

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Aparecido en 1997, se trata de la segunda parte de Dungeons of Kremlin, un juego del que hablamos aquí hace ya bastante tiempo. Fue elaborado por el mismo equipo de desarrolladores rusos. Y, como en tantos otros casos, ha sido rescatado del olvido y puesto a disposición de todos nosotros por la gente de 3D Shooter Legends; de hecho, descubrieron y publicaron la versión completa de Smuta mientras yo escribía este comentario tras haber jugado la demo...

El nombre sin abreviar del juego es Смута - Ожившие мертвецы, cosa que traducida al español viene a decir Disturbios - Muertos revividos. El argumento de Smuta habla de unos antiguos laboratorios soviéticos que quedaron aislados bajo tierra durante la Segunda Guerra Mundial, y cuya existencia cayó en el olvido cuando los responsables de sus investigaciones secretas murieron a manos de saboteadores alemanes. Por si esto no fuese un problema lo bastante gordo, resulta que estos laboratorios se construyeron cerca de un misterioso cementerio subterráneo de delincuentes de la época de Iván el Terrible. Y claro, las almas inquietas de este cementerio decidieron expandir sus dominios ocupando los laboratorios, y a continuación los han estado usando como base para atacar a los tristes mortales que viven en la superficie. Como esto no es admisible —¿qué país consentiría hordas de muertos vivientes aterrorizando a sus habitantes?—, el gobierno de Rusia ha enviado a las fuerzas especiales a limpiar los laboratorios de enemigos... Pero claro, Smuta se elaboró en 1997, y por aquel entonces "gobernaba" Boris Yeltsin, así que la misión fracasó estrepitosamente; sólo queda un superviviente, nuestro protagonista, que deberá encontrar el modo de seguir con vida y vencer a los malos.

Total, qué más dará... Smuta es un arcade sin nada de particular, consistente en matar enemigos y resolver sencillos niveles. La gracia de este tipo de juegos radica en que hasta un macaco con síndrome de Down puede comprenderlos, y Smuta resulta simple incluso para lo que suele ser un first person shooter. No vais a necesitar entender el ruso —porque no, no existe traducción a otros idiomas— para disfrutarlo; aunque claro, saber un poquito hará más comprensibles algunos detalles sin demasiada importancia. Quiero decir, no hace falta descifrar "Нужен синий ключ" para darse cuenta de que esa puerta, en efecto, requiere la llave azul para abrirse, porque los autores tuvieron el detalle de decorarla con unos explícitos carteles azules. Las setas y las jarras marrones de brebaje os quitarán vida, cosa a la que os acostumbraréis con rapidez sin necesidad de leer los mensajes correspondientes. Y así con todo.

Para lo que se estilaba en 1997, Smuta resulta tosco y primitivo. De hecho, se parece bastante a su predecesor, Dungeons of Kremlin, que ya cuando fue publicado, dos años antes, era técnicamente modesto; sólo que cuenta con una arquitectura un poco más variada y monstruos y armas distintos. Su motor gráfico es ciertamente limitado: ángulos de noventa grados, la misma iluminación a lo largo de cada nivel, nada de objetos móviles o golosinas estéticas. Visualmente, Smuta podría pasar por un híbrido pobretón de Wolfenstein 3D y Doom.

Enemigos, armas y objetos decorativos están representados mediante sprites, aunque basta un primer vistazo para percibir que estos sprites se crearon a partir de modelos elaborados en un programa de diseño en 3D. Poseen un aspecto simpático, si bien un poco artificial. Curiosamente, algunos de los objetos fijos del escenario cuentan en realidad con varios sprites diferentes, que se van alternando según el ángulo desde el que se les mire, con el objetivo de simular las diferentes perspectivas —fijaos en los botiquines médicos, por ejemplo—; el efecto queda bastante natural, y la verdad es que al principio pensé que se trataba de modelos tridimensionales, como en Quake.

Del sonido no puedo mencionar nada, porque no he conseguido hacerlo funcionar. La música del juego creo que venía en pistas de CD-ROM, así que no está incluida en la copia que podéis descargar de aquí.

Y respecto a la jugabilidad... Bueno, podría haber sido peor. Tiene más miga de lo que parece al principio; existen cinco o seis clases de enemigos, cada uno con sus peculiaridades, y de vez en cuando lucharéis contra adversarios especiales, variantes más grandes y más fuertes de los monstruitos habituales. No obstante, Smuta resulta un poquito soso, cosa que en mi opinión se debe al diseño poco imaginativo de los niveles; claro, en comparación con Dungeons of Kremlin la mejora en este aspecto es evidente, y sin embargo los autores podrían haberle sacado mucho más partido al juego, combinando texturas, creando escenarios más complejos, y quizás cuidando un algo más la colocación de los enemigos. Pero vaya, pese a no ser nada del otro mundo, tampoco puedo decir que me aburriese. Resulta fácil contentarme, no lo voy a negar.

Y bueno, esto es Smuta, una curiosidad procedente de Rusia que atraerá a los coleccionistas como las margaritas a los pulgones. A la gente que no colecciona rarezas, supongo que no tanto... Aun siendo mediocre, le doy dos menciones honoríficas: una por los delincuentes de la época de Iván el Terrible —por ahí van, patrullando el escenario, moviéndose como marionetas, mirando con sus ojos rojos, provistos de hachas y mosquetes—, y otra por entregarle al jugador un fusil Kaláshnikov.

REQUISITOS DEL SISTEMA

• DirectX 3.0 o superior.
• 11 MB libres en el disco duro.
• Tarjeta gráfica VGA.
• Windows 95-98-XP.

Por alguna razón, los autores no mencionan qué tipo de máquina —procesador, cantidad de memoria RAM— hacía falta para ejecutar bien el juego. Probablemente se necesitaría un 486 potente o uno de los primeros Pentium para poder disfrutarlo de forma fluida. Y es dudoso que pudiese funcionar con menos de 16 MB de RAM, teniendo en cuenta que requiere Windows y DirectX.