The Terminator: Rampage

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Los lectores habituales de esta página, al igual que muchos otros aficionados al género de los arcades en primera persona, probablemente ya conocerán la serie de juegos de Bethesda Softworks inspirada en las películas de Terminator. Dicha serie consta de cinco títulos, publicados entre 1990 y 1996; y aunque no llegaron a convertirse en grandes éxitos de ventas, fueron generalmente bien acogidos por el público.

Y digo "generalmente" porque en el caso de The Terminator: Rampage no fue exactamente así. Quizás sea la entrega más floja de la serie. El juego recibió muchas críticas por lo elevado de sus requerimientos; Bethesda aconsejaba disponer de un 386 a 33 MHz, pero incluso en muchos 486 su funcionamiento resultaba pesado y poco fluido. Y éstas, cuando el juego apareció en noviembre de 1993, eran máquinas respetables que mucha gente no tenía. Es cierto que Doom se publicó sólo un mes después y exigía un hardware parecido para funcionar; pero hay dos diferencias significativas entre ambos casos. La primera es que Doom, en efecto, funcionaba sin mayores trabas en los sistemas mencionados, y era jugable en un 386. Y la segunda es que su motor gráfico resultaba mucho más potente y versátil que el de The Terminator: Rampage.

De este título de Bethesda también se criticaron otros aspectos. El sonido es correcto pero nada del otro mundo, por ejemplo. Y lo más importante: el juego se vuelve repetitivo y tiene una dificultad disparatada. Gran parte de esto puede achacarse al diseño de los niveles; los veinte primeros no están mal y lucen una ambientación convincente, pero a partir de ahí la cosa decae, y mucho. Los últimos mapas son realmente horribles: conjuntos más o menos aleatorios de pasillos y habitaciones, con dos o tres texturas que se repiten hasta el aburrimiento, y robots que os machacarán en cada esquina.

Sobre la dificultad valdría la pena hacer un comentario más detallado. Cada nivel de The Terminator: Rampage está abarrotado de enemigos. En principio esto no me parecería una mala idea..., pero los suministros necesarios para combatirlos y sobrevivir —vida y munición— escasean, y escasean tanto que a menudo tendréis que correr de aquí para allá, buscando desesperadamente balas, cartuchos o granadas mientras los robots de Skynet os ametrallan a placer. Esto sucede especialmente en los primeros niveles —más o menos hasta que uno consigue el Kaláshnikov—, y en los cinco o seis últimos.

Parte del argumento del juego gira en torno a un cañón de plasma, una especie de arma experimental cuyas piezas están repartidas a lo largo de varios mapas. Cuando uno por fin consigue encontrarlas todas y montarlo, descubre que realmente no es tan gran cosa, pero al menos no necesita municiones. Deberíais llegar a los almacenes —a partir del nivel número 16— con el cañón ya montado, porque sin él el último trecho del juego resulta simplemente imposible.

Bueno, y volviendo al aspecto más técnico, The Terminator: Rampage se sitúa en un lugar intermedio entre Wolfenstein 3D y Doom, como sucedía, por ejemplo, con Operation Body Count. El escenario es plano, construido usando una cuadrícula —aunque el juego también puede representar muros oblicuos—, cosa que recuerda poderosamente a Wolfenstein 3D y sus ángulos de noventa grados. No obstante, como en Doom, todas las superficies —paredes, techos y suelos— tienen texturas, y existe el típico sombreado por la distancia. Hay además objetos a los que nos podemos subir, tales como mesas o pequeñas plataformas. No estaba mal para finales de 1993, pero por desgracia, como ya he comentado más arriba, el motor gráfico no estaba bien optimizado y se arrastraba en la mayoría de los ordenadores de la época.

En fin, el juego prometía bastante, pero no acabó de cuajar. Y no termino de entender que Bethesda Softworks no lo puliese un poco más antes de publicarlo. Insisto: los últimos mapas no están a la altura, y la vida y la munición escasean de un modo incomprensible. La buena impresión que el jugador pueda recibir en los primeros niveles se va disipando conforme avanza hacia el final.

REQUISITOS DEL SISTEMA

• Un procesador 386 a 25 MHz; según Bethesda, es recomendable disponer al menos de un 386 a 33 MHz (y un 486 a 33 MHz really rocks!). En realidad, el juego funcionaba a trancas y barrancas en casi cualquier máquina que no fuera un 486DX a 66 MHz o más potente.
• 4 MB de memoria RAM (2 de ellos de memoria expandida o EMS).
• Tarjeta gráfica VGA/SVGA.
• 18 MB libres de disco duro.
• MS-DOS / Windows 95-98.