Comercial
1994

Fortress of Dr. Radiaki

Mi buen amigo Anarko —que fue, dicho sea de paso, el penitente que comenzó con ésta nuestra alegre comunidad— probó Fortress of Dr. Radiaki en 2005. Antes de huir despavorido y terminar ingresado en un manicomio, dejó para la posteridad un pequeño artículo que comenzaba tal que así, citando el párrafo promocional de la caja del juego:

«The Fortress of Doctor Radiaki es una aventura emocionante que mezcla la masacre con un sentido del humor vanguardista. Te enfrentarás a montones de adversarios diferentes, incluyendo samuráis, guerreros ninja, robots con tostadoras como cabeza, caimanes mutantes, y muchos enemigos más. Deberás usar todo tu ingenio para encontrar el camino por la fortaleza cavernosa y acabar con los planes maquiavélicos del horriblemente deforme doctor Radiaki».

Y ahora voy yo: Fortress of Doctor Radiaki es una emocionante tomadura de pelo que mezcla la chapuza con una absoluta falta de vergüenza. Os enfrentará a multitud de enemigos diferentes, incluyendo cualquier ocurrencia que pudiera tener un disminuido psíquico al que hubiesen colocado delante del 3D Studio. Deberéis usar todo vuestro ingenio para encontrar la forma de salir a MS-DOS antes de sufrir daños mentales permanentes, y acabar así con los planes maquiavélicos de los lunáticos de Merit Studios.

Sí, es así de malo.

Creado por Maelstrom Software y publicado por Merit Studios en 1994 —difusores también de otras grandes obras de la civilización contemporánea como Isle of the Dead—, se trata, como tantos otros de aquellos viejos "clones de Doom", de un arcade de pretensiones modestas concebido para ganar cuatro duros aprovechando el camino abierto por el clásico de Id. Porque en aquella época el público estaba tan deseoso de jugar arcades en primera persona que casi cualquier cosa valía.

Insisto: casi cualquier cosa. Dado que incluso entonces, frenéticos como nos hallábamos acribillando monigotes en vistas tridimensionales, buscando ansiosamente en las revistas títulos que prometiesen revivir la experiencia de Doom, no perdimos del todo el sentido crítico. Y conservamos un mínimo de capacidad de mirar a la pantalla y detenernos a pensar: "eh, un momento..., ¡esto es una basura infecta!". Por ello, Fortress of Dr. Radiaki pasó por las tiendas sin pena ni gloria. Aunque no dudo que a sus creadores les saliese, hasta cierto punto, rentable: los costes de producción imagino que fueron mínimos.

El juego emplea un motor gráfico que podríamos situar a medio camino entre Doom y Wolfenstein 3D: alturas uniformes y escenarios construidos con cuadrícula —si bien aquí sí se permiten paredes diagonales con ángulos diversos—, aunque con texturas para suelos y techos y sombreado por la distancia. Ahora, su funcionamiento... Resulta bastante común quedarse enganchado en muros y esquinas, y en ocasiones me encontré con algún error gráfico o paredes dibujadas con fallos discretos de perspectiva. Quiero decir, no destaca exactamente por su refinamiento.

Y las texturas... ¡Qué texturas, señores míos! Habría que redefinir la palabra "feas" para describirlas, quizás añadiéndole el significado de "inducir al espectador a arrancarse los ojos con un sacacorchos oxidado". Porque, con alguna excepción, eso es lo que hay: gráficos desagradables con colores sucios. La caja los describía, eso sí, como increíblemente detallados y superiores a los de Doom, en una nueva demostración de que la insensatez humana y nuestras ganas de engañar al prójimo para arañar dos pesetas no conocen límites.

Sin embargo aún no hemos llegado a lo que, a mi entender, es lo peor que acecha en este arcade: los controles y el diseño de los niveles. Respecto a aquéllos, creo que bastará con comentar que no se pueden redefinir, no existe ninguna tecla para moverse de lado y esquivar —lo que suele llamarse strafe, vaya—, y además permiten muy poca precisión, con lo que ello implica a la hora de apuntar. Y sobre los mapas... Habíamos quedado en que os encantan los laberintos largos y confusos decorados con sólo un par de texturas, ¿no?

Y el "sentido del humor"... Bueno, no esperéis demasiado: Fortress of Dr. Radiaki consigue parecer gracioso muy ocasionalmente, con un estilo bastante burdo. Los autores no se lo tomaban demasiado en serio, claro, pero sospecho que con ello estaban poniéndose la venda antes de recibir la herida, como sugiriendo "sí, es un mojón de caballo y lo sabemos, no hace falta que nos lo recordéis: pero el día que se nos ocurra esforzarnos programaremos Marathon, que lo sepáis". Y unos cuantos chistecitos inanes no logran disimular el hecho de que este arcade es un tostón apenas jugable.

Me queda añadir que la edición en CD-ROM incluye algunas secuencias de vídeo, en las que el Doctor Radiaki —una especie de robot ridículo que le reclama al mundo "billones de dólares", cual directivo de Bankia— alecciona a sus esbirros. A falta de llegar al final, todas las que he visto consisten en dos muñecos —Radiaki y un ratón mutante— "conversando" en una cueva. Y ya, con eso los chicos de Maelstrom consideraron cubierto el expediente. Ley del mínimo esfuerzo, lo llaman, y esta gente la siguió hasta las últimas consecuencias.

En fin, como dijo mi amigo Anarko:

«Entra en la fortaleza del Doctor Radiaki por tu cuenta y riesgo... ¡Nunca volverás a ser el mismo!»

A lo cual yo debo añadir, como los clones de Fidel Castro que acechan en el primer nivel cuando mueren, ¡madre de Dios!.

REQUISITOS DEL SISTEMA

  • Procesador 386 a 33 MHz (recomendable como mínimo un 486 a la misma velocidad).
  • 8 MB de memoria RAM.
  • 20 MB libres en el disco duro.
  • Tarjeta gráfica VGA.
  • MS-DOS 5.00 o superior / Windows 95-98-XP.

IMÁGENES

¡Viva la revolusión cubana!
Y se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó parar...

Al ratón mutante también le gusta la revolución cubana.
Las alcantarillas... Esta imagen os acompañará toda la vida: ¡el Doctor Radiaki reclama vuestras almas!

Peligro en el laberinto de los robots.
Bien pensado, hace falta talento y mala ostia para crear un videojuego tan feo.

Las estancias del Shogun están desiertas.
Siento decíroslo, Maelstrom Software: aunque metáis samuráis y decoración japonesa, Fortress of Dr. Radiaki sigue siendo una mierda.

¡Es él!
Y con esto ya habéis visto todas las secuencias de vídeo que incluye el juego. De nada.

Se va el caimán, se va el caimán...
Sí, el gran placer de deslizarse por pasadizos de color ceniza y matar absurdos hombres-caimán por la espalda...

TRUCOS

Fortress of Dr. Radiaki tiene unos pocos trucos, sencillos de utilizar; el problema es que cuando lo hagamos no se nos mostrará ningún mensaje de aviso. Para activarlos pulsaremos a la vez, en cualquier momento de la partida, las teclas E + J + G.

A partir de entonces las siguientes teclas tendrán estos efectos:

DESCARGA

Aquí está disponible Fortress of Dr. Radiaki; sólo para los jugones más intrépidos... Va, no os amontonéis, hay para todos:

También podéis encontrar el juego en otras páginas gratuitas de Internet:


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