Comercial
1997

Realms of the Haunting

Hoy toca hablar de una propuesta que se aleja un poquito de los arcades puros que solemos comentar aquí. Porque Realms of the Haunting es un título híbrido que toca varios géneros. Brinda una buena dosis de acción en primera persona, sí; pero también nos trae otra ración generosa de aventura, con un complejo argumento, muchos escenarios que explorar, objetos curiosos que recoger y rompecabezas que resolver. Algunos lectores estaréis pensando en System Shock; y no vais muy desencaminados, en realidad, si bien este juego posee una ambientación y mecánica distintos.

Realms of the Haunting nos pone en el pellejo de Adam Randall, un simpático chavalín que viaja a un pueblo de Cornualles, Inglaterra, para investigar la misteriosa muerte de su padre. Por supuesto, esto le lleva a la clásica mansión encantada. Y en ella pronto comprobará que esta historia va más allá de un simple cuento de fantasmas: nuestro pobre protagonista se verá sin esperárselo en el centro de una batalla cósmica entre el Bien y el Mal —así, con mayúsculas—, que implicará a poderosos seres sobrenaturales y algún personajillo extravagante que pasaba por ahí, y decidirá el destino del universo. Como es habitual en este tipo de relatos fantásticos, abundan los milagros, los cacharros mágicos con nombres llamativos, y menciones a profecías y cosas así.

Para representar los escenarios del juego sus creadores —la compañía británica Gremlin Interactive— recurrieron a un motor gráfico propio. Una pieza de software bastante capaz para la época, que podía manejar plantas superpuestas, iluminación con volumen y diversos tipos de objetos móviles, y mostrar un amplio catálogo de efectos especiales: fluidos, espejos, transparencias, etc. Sí, todo ello en unos humildes 256 colores..., ¡aunque parecen más! Porque los artistas que se encargaron de las texturas hicieron una labor magnífica, e incluso dibujaron en algunas de ellas sutiles efectos de luz. Si sumamos a esto la atención por el detalle que pusieron los diseñadores de niveles, quedan rincones tan vistosos como el gran templo de Arqua, con sus arbolitos, fuentes y arcadas.

La gente de Gremlin trabajó mucho, puesto que Realms of the Haunting es extenso: no en vano se distribuía, según versiones, en tres o cuatro CD-ROMs. Las andanzas de Randall comienzan en uno de tantos caserones siniestros que vienen proliferando como setas desde los tiempos de Edgar Allan Poe, con sus espíritus del más allá, sus antigüedades mohosas, sus corredores a oscuras y esas inevitables puertas chirriantes que se abren lentamente. Sin embargo, eso sólo supone el principio: luego visitará varios mundos sobrenaturales, gracias a una poderosa magia ancestral que..., vale, no tiene nada que ver con peyote. Existe pues una gran variedad de lugares que recorrer, con atmósferas muy dispares, desde cuevas y mazmorras a jardines exuberantes bañados por la luz diurna o islotes flotando en el cielo.

Veo importante insistir en que Realms of the Haunting no es un arcade al uso. Sí, cuenta con una vista en primera persona y no faltan los bichos malos, pero tampoco se trata precisamente de Quake. Sigue un ritmo más pausado, en el que los combates se van alternando con largos tramos de exploración. Y como ya adelanté arriba, también desafía al jugador con puzles esporádicos. Estos van más allá de "encuentra la llave amarilla para abrir la puerta marcada con el mismo color", aunque yo pienso que la mayoría —¡ojo, no todos!— resultan relativamente asequibles para el homínido medio; los veteranos curtidos en las aventuras gráficas de los noventa y sus soluciones absurdas tal vez los consideren una chiquillada.

Este título se publicó al empezar 1997, fechas todavía propicias para probar suerte con el llamado full motion video: ya sabéis, esas escenas narrativas rodadas con cámaras y actores reales. Una idea magnífica, sí, hasta que la realidad nos enseñó que una desarrolladora de videojuegos no es un estudio de cine, y normalmente tampoco puede permitirse invertir demasiados recursos en rodajes; pocas la llevaron a la práctica y salieron del trance con un mínimo de dignidad. Respecto a Realms of the Haunting... Bueno, he visto peor metraje en otros sitios, os lo prometo. El que descubriréis aquí se preparó con medios humildes, pero los actores tienen cierta gracia: reconozco a regañadientes que le da mucha personalidad al juego.

En fin, muy recomendable si os atraen las fantasías góticas con una trama elaborada. He de advertir, sin embargo, de que por su complejidad no se trata de un arcade asequible para los jugadores casuales: si uno desea disfrutar de verdad de Realms of the Haunting debe meterse en él hasta el cuello y dedicarle bastantes horas. Posiblemente ésta sea una de las razones por las que despertó escaso interés entre el público, a pesar de las críticas positivas de las revistas; y a consecuencia de este fracaso comercial Gremlin descartó su proyecto de hacer una secuela.

Me queda decir que se publicaron dos versiones del juego, sutilmente incompatibles: la europea y la americana, esta última distribuida por Interplay. Existen diferencias discretas entre ellas. La primera permite ajustar la dificultad de los rompecabezas —especificando que la selección de objetos del inventario sea manual o automática—, y la segunda también la de los combates.

PD: Hace algún tiempo ya le dedicamos un completo análisis.

REQUISITOS DEL SISTEMA

  • Procesador 486DX2 a 66 MHz (preferible un Pentium a 90 MHz o superior).
  • 8 MB de memoria RAM.
  • Un mínimo de 20 MB libres en el disco duro para una instalación que emplee los CD-ROMs originales. La reedición de GOG, en cambio, no utiliza discos compactos y requiere por tanto 1'7 GB.
  • Si corresponde, lector de CD-ROM de doble velocidad.
  • Tarjeta gráfica VGA/SVGA de 1 MB; para el modo en alta resolución, compatible con el estándar VESA 1.2.
  • MS-DOS 5.00 o superior / Windows 95-98; tal vez funcione también en XP.

IMÁGENES

Pulsad sobre ellas para verlas en su tamaño original:

¡El papa!
El padre de Adam Randall no lo está pasando muy bien en el otro mundo.

Florentine se presenta.
Ahí tenéis, actores de carne y hueso interpretando sin miedo al ridículo a los personajes del juego.

Un dormitorio.
Esa pobre alfombra pide a gritos la jubilación.

Pesadilla en la cocina.
Vivienda vintage con muebles antiguos rebosantes de autenticidad. Ideal para jóvenes gafapastas y aficionados a la güija.

DESCARGA

Ya se trate de imágenes de los discos compactos originales o de la distribución de GOG —que no pongo aquí, pero resulta fácil de encontrar en redes P2P—, pesa más de un gigabyte, por lo que no me he molestado en subir archivos a ningún servicio de alojamiento. Me limitaré a colgar enlaces ED2K.

Sé que circulan por ahí ripeos de CD-ROM, si bien en el caso de Realms of the Haunting no creo que merezcan la pena: sin las secuencias de vídeo no resulta posible seguir el argumento y así el juego carece de interés.

Primero, los cuatro CD-ROMs originales, no sé si de la edición americana o europea:

Y descargas desde otras páginas gratuitas:

UTILIDADES

ROTHCheat: La acción de Realms of the Haunting no es excesivamente difícil, pero por si a alguien se le atraganta existe este programita. Sirve para modificar las partidas guardadas, y añadir en el inventario del jugador balas de pistola, cartuchos de escopeta o pociones curativas. Copiad el archivo ejecutable dentro del subdirectorio SAVEGAME de la instalación del juego y echadlo a andar. Sólo funciona con la versión europea.

ENLACES


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